martes, 31 de diciembre de 2013

Apuntes para una historia de Izquierda Unida: Una construcción política de la Alternativa desde la convergencia social y la resistencia (1986-2013)

Eduardo J. del Rosal Fernández
La derrota de la izquierda, y del movimiento obrero en general, con que se salda la salida de la dictadura en la llamada “transición a la democracia” y, por tanto, la conformación del actual régimen bipartidista de PSOE y PP, que con el apoyo de las derechas nacionalistas de CiU y PNV principalmente, han hegemonizado la vida política hasta nuestros días para insertar España en las lógicas neoliberales del capitalismo dominante y en la plataforma militar imperialista que encabeza los EE.UU. Todo ello, así como las consiguientes intentos de resistencias colectivas para evitarlo y defender los avances sociales y libertades que se habían logrado explican el sentido histórico del nacimiento y la construcción política de Izquierda Unida.
Izquierda Unida se constituyó en un principio como coalición electoral a finales de abril de 1986, con el objetivo de participar en unas elecciones generales en el mes de junio. Hecho que se produce tras la celebración del referéndum sobre la permanencia o salida de la OTAN, que se celebró el 12 marzo, y que había posibilitado apenas unos meses antes constituir la Plataforma Cívica para la salida de España de la OTAN, que reunió a decenas de organizaciones políticas y sociales que se oponían a la integración de nuestro país en dicha alianza militar, y que demostró una gran capacidad de movilización, consiguiendo que el NO reuniera casi 7 millones de votantes.
Esta amplia y heterogénea convergencia de partidos y movimientos sociales sirvió de base para imaginar la posibilidad de reconstruir la izquierda y de que solo podía hacerse desde nuevas bases y presupuestos para hacerla realidad.
Asimismo hay que destacar que con anterioridad fruto de su política de Convergencia nació Convocatoria por Andalucía, en la que el PCA el 6 de septiembre de 1984, toma la iniciativa, con el documento de debate del que surgió el denominado “Manifiesto de las Amapolas”, que el propio Julio Anguita califica como “el documento 0”, con vistas a las elecciones autonómicas de junio de 1986, donde Julio Anguita, alcalde de Córdoba, se presentaba a la presidencia de la Junta de Andalucía, y supo suscitar un amplio movimiento en el que participan decenas de colectivos sociales e individuos en la elaboración de un programa alternativo que “aliente la formación de un gobierno de progreso”. Programa alternativo de Gobierno debía girar en torno a 11 ejes en los que “la Autonomía Plena con vocación de construir otro Estado español era el elemento común“. Esta innovadora propuesta consiguió un gran avance electoral con más del 17’91% de los votos y 19 diputados, frente a los 8 diputados anteriores del PCA.
Esta experiencia, partiendo de la convicción del “desvanecimiento del proyecto de cambio” del PSOE con “su derechización en política económica, exterior y de defensa“, será la base de la nueva forma de hacer política, centrada en construir un Programa colectivamente y en la apertura a la sociedad con nuevas formas de intervención política, es la que se intentará plasmar en la formación política que naciera el 27 de abril de 1986, de cara a las elecciones de junio, que suscribiría el documento “Bases de acuerdo de constitución de la plataforma de Izquierda Unida”, documento suscrito por partidos políticos (PCE, PCPE, PASOC, PH, IR, FP y P.Carlista) y personas independientes, coordinadas por Gerardo Iglesias. Que en su primera experiencia electoral el 22 de junio, coincidente con las andaluzas, consigue 7 diputados y el 4’63% de los votos, frente a los anteriores 4 diputados del PCE. Apenas un año de su constitución en las elecciones municipales de junio de 1987 se produce un nuevo avance consiguiendo IU el 7’18% y 2315 concejales.
En la I Asamblea Federal, que se reunió en febrero de 1989, cuando apenas 3 meses antes, el 14 de diciembre, se había producido una Huelga General para protestar contra un plan de empleo juvenil y contra la política económica del Gobierno, a favor de un giro social, se decide constituirse en Movimiento Político y Social, para superar el estado de coalición existente hasta entonces y no caer en la formulación tradicional de partido político que se había teorizado que estaba en crisis. Como movimiento se conseguía no constituirse como un mero referente electoral, que su composición no fuera solo de partidos sino que podía ser una organización más flexible y participativa, que integraría colectivos sociales y personas independientes, además que podía ser un referente federal, integrando la pluralidad nacional del país, pero con identidad propia y que sería la base de la construcción de un Bloque Social de Progreso. Esta nueva forma de entender IU dispondría de una dirección colegiada bajo la Coordinación General de Gerardo Iglesias.
El 29 de octubre de 1989 se celebran elecciones generales y se decide que la encabece Julio Anguita, el referente del gran avance producido en Andalucía y desde el año anterior Secretario General del PCE, consiguiéndose 19 escaños y el 9’07% de los votos. Gerardo Iglesias que de hecho era el coordinador y no disponía de escaño decide dimitir el 1-11-89 y siendo sustituido por Julio Anguita.
En la II Asamblea de 24 y 25 de noviembre de 1990, apenas unos meses de iniciada la I Guerra del Golfo contra Irak y unas semanas después de la caída del Muro de Berlín, que supuso una gran conmoción en buena parte de la izquierda mundial y que incluso hizo que organizaciones con un gran historial de luchas se auto inmolaran gratuitamente, por el contrario, se consagra la entidad propia de IU, reafirmado su carácter de MPS e insertándose en el horizonte emancipatorio de una izquierda nueva y transformadora, caracterizada como una “fuerza política federal , democrática, de izquierda, transformadora, socialista, ecopacifista, feminista, europea y solidaria”, cuyos ejes de actuación debería ser la “plenitud de los derechos humanos” en el más amplio sentido y por el “respeto, conservación y regeneración del ecosistema mundial”. Una IU que se sitúa como una triple alternativa: Alternativa de gobierno, Alternativa al modelo de estado y Alternativa al modelo de sociedad. Una IU donde el programa es su seña de identidad expresión de una alianza estratégica en lo concreto entre las viejas tradiciones del movimiento obrero y los nuevos sujetos emancipatorios, lo que se definía como la alianza roja, verde y violeta.
La III Asamblea Federal de mayo 1992, se celebra días previos a la Huelga General del 28 de mayo contra el decreto que recortaba las prestaciones por desempleo y contra el proyecto de ley de huelga anunciado por el gobierno de Felipe González, también se reclamaba la reindustrialización de España frente al progresivo desmantelamiento que se estaba produciendo en nombre de la supuesta convergencia con Europa. Es precisamente en este contexto que se da un debate crucial para IU y que prefiguraría si continuaba con un perfil anticapitalista y emancipador o finalmente se integraba en el “sistema”, cuyo objetivo sería suavizar la implantación de las políticas neoliberales dominantes.
Era el debate sobre el Acuerdo de Maastricht y el Plan de Convergencia elaborado por el Gobierno, y que tuvo por consecuencias la clara diferenciación de dos posturas, la mayoritaria que concluía que  Maastricht significaba una actualización de “las pautas a seguir para la consecución de una UE, conducida y hegemonizada por los intereses de las multinacionales y las fuerzas conservadoras del continente” y que ponían “en peligro décadas de lucha sindical”, con disminuciones de las prestaciones sociales y la privatización de servicios públicos (sanidad, educación,…), además de advertir el serio peligro que corrían la agricultura y muchas ramas industriales españolas. La postura minoritaria, nucleada en torno a Nueva Izquierda, sin llegar a argumentar los beneficios en sí del Acuerdo, sino que el mero hecho de integrarse en ese proyecto de la UE significaba garantizar la democracia en nuestro país y recoger los beneficios de la propia integración en este espacio económico, por ello planteaban un apoyo crítico al mismo contando con que era la postura de los sindicatos mayoritarios. Esta posición de la minoría, a su vez, pretendía cambiar la naturaleza de IU, por considerarla ineficaz y seguir la pauta de otras organizaciones de la izquierda europea, especialmente la italiana, y pretendía convertir a IU en un partido político, con lo que los partidos que la integraban deberían disolverse o quedar excluidos de la nueva IU que pretendía construir.
Finalmente vencieron las posturas contra todo lo que significaba Maastricht y favorables a mantener a IU como parte de la izquierda anticapitalista, por un 60% de los delegados y delegadas asistentes contra el 40%. Este debate trascendental, si bien se ganó para la izquierda tuvo graves consecuencias para la organización, que de ahí en adelante fue cristalizando en una división irreconciliable entre ambas partes, que junto a la acción permanente de acoso y derribo de IU que se practicó desde el régimen bipartidista y su búnker mediático, minó las bases de la organización misma, y tras un periodo de sincronización de esta “minoría”, convertida ya en PDNI, con su nueva casa política, buena parte de estos se integraron acríticamente en el PSOE de la corrupción, el GAL, de las guerras, …, posteriormente se iniciaría lo que Víctor Ríos acertadamente llama el “septenio negro” de IU donde la forzada marcha de Julio Anguita y el deterioro interno de la organización, llevaron a una pérdida paulatina de liderazgo político, pérdida de centralidad del Programa, institucionalización de la vida política y claro hundimiento electoral.
Tras más de veintisiete años de su fundación IU ha sufrido altibajos electorales, crisis políticas, organizativas, de proyecto, pero los motivos y elementos básicos que dieron pié a su formación y teorización siguen vigentes.
Podemos afirmar con toda naturalidad que el devenir histórico de IU es, a su vez, explicado por la propia historia del movimiento emancipatorio español, es decir del conjunto del movimiento obrero y de los movimientos sociales existentes en nuestro país, que en permanente conflicto y resistencia se movilizaron y combatieron al régimen neoliberal dominante en los últimos treinta años en defensa de la mayoría.
Así IU siempre ha participado en todas las movilizaciones populares en España. Contra las guerras de Irak, Yugoslavia, Afganistán, Libia o actualmente contra la intensión imperialista de intervenir en Siria. También IU ha estado en todo momento junto al movimiento obrero en todas sus luchas en defensa de los derechos sociales, laborales, pensiones y sindicales, participando decididamente en todas la huelgas generales o parciales convocadas por los sindicatos de clase, e incluso impulsando la lucha por la jornada de las 35 horas por ley, aún con cierta incomprensión sindical. Igualmente IU siempre ha estado en todas las luchas en defensa de los público, de la sanidad, la educación, el transporte, …, en la defensa del medio ambiente, contra las nucleares, las políticas de especulación urbanística, la destrucción de los espacios naturales o la contaminación, etc. IU ha sido participe de todas las luchas del movimiento feminista en defensa de los derechos de las mujeres y contra su empobrecimiento o su reclusión en el ámbito de lo privado. IU también ha considerado central todas las luchas por las libertades democráticas, participación popular, el impulso de la memoria histórica frente al olvido y la desmemoria, por la III República, de las luchas por la solidaridad a favor de los pueblos oprimidos como el Sahara, Palestina, etc.
En definitiva independiente de la deriva política desarrollada por IU en cada momento histórico, de sus dirigentes, podemos afirmar que IU se ha mantenido fiel a ese hilo rojo, verde y violeta que ha conformado su identidad política y cultural
Así en noviembre del 2008, en la IX Asamblea Federal de Izquierda Unida, en un contexto en que los evidentes signos de la crisis económica y financiera que comenzaba y sus profundas repercusiones sociales tenían visos de perdurar en el tiempo con incalculables consecuencias para la mayoría de nuestro pueblo,  se analizaba que IU se encontraba ante el fin de un ciclo político, en un contexto en el que las condiciones políticas, económicas, sociales y culturales planteaban objetiva e imperiosamente la necesidad de su existencia. Por lo tanto era necesaria su Refundación, recuperando los principios de su constitución, sus principios básicos, e integrando las aportaciones que la izquierda en todo el mundo había sido capaz de generar en los últimos veinte años. Esa era la propuesta de la mayoría encabezada por Cayo Lara que asumió la Coordinación Federal sustituyendo a Gaspar Llamazares.
Los objetivos aprobados eran claros: reconstruir una fuerza política alternativa de izquierdas con un programa claramente anticapitalista y con el objetivo de construir una sociedad socialista en el siglo XXI. Una IU como Movimiento Político y Social (MPS), plural y participativo, que base su fuerza en la movilización y en su unidad de acción. Una IU anticapitalista, republicana, federal y alternativa.
La X Asamblea Federal desde la reafirmación de las conclusiones de la anterior Asamblea, tuvo por eje centrarse en la coyuntura extraordinaria que vivimos (el golpe de estado silencioso) e impulsar una acción común: la resistencia, organizar la rebelión democrática y la alternativa al neoliberalismo, y a las fuerzas políticas y sociales que les apoyan y, finalmente, hacer de IU una organización de masas para un proyecto de mayoría social.

martes, 3 de diciembre de 2013

Andrés Rodríguez. Un concejal comunista en la Málaga republicana

Eduardo Joaquín del Rosal Fernández

  Andrés Rodríguez González nace el 8 de mayo de 1904 en la Línea de la Concepción (Cádiz)[1], aunque su infancia transcurre en el popular barrio malagueño de El Perchel. Pertenecía una familia trabajadora, natural de Álora, su padre Martín era jornalero, su madre se llamaba Josefa y tenía un hermano José y una hermana[2], viviendo en la calle Callejones, 54. Era metalúrgico de profesión, al igual que su hermano, y trabajaba de mecánico en unos talleres cercanos a la siderurgia “La Constancia”[3].
   Había iniciado su actividad rebelde desde el sindicato anarquista de la CNT. Pero pronto, gracias a su admiración por el nuevo mundo que se construía en la Rusia soviética, abrazó la causa comunista, afiliándose al PCE durante el periodo de la dictadura de Primo de Rivera, y formando parte de sus primeros órganos de dirección junto a Cayetano Bolívar (médico), José Ochoa (periodista), José Gallardo (zapatero), Enrique Sánchez (ferroviario), Sixto Díaz (ferroviario) o Arturo Cabello.
   Durante los años finales de la dictadura el partido de los comunistas malagueños se había fortalecido e incrementado su influencia en el mundo sindical gracias a la labor de sus dirigentes obreros.  Así participa en la huelga de trabajadores portuarios, iniciada el 24 de septiembre de 1930, organizada por la CNT y a la que se sumarán los restantes sindicatos gremiales en solidaridad y que tuvo su momento álgido el 9 de octubre cuando Málaga estaba totalmente paralizada por la huelga general. Ello ocasionó numerosas detenciones entre los huelguistas, entre ellas las de  Cayetano Bolívar y Andrés Rodríguez.
   La convocatoria de elecciones municipales para el 12 de abril de 1931 sorprende al PCE en la ilegalidad pero llega a presentar candidatura bajo el nombre de Bloque Obrero y Campesino. Para preparar la campaña y confeccionar las candidaturas, además de para enviar un delegado a una reunión en Sevilla, hubo una reunión del Comité Provincial, a principios de marzo, en la barriada de El Palo,  a la que acudieron sindicalistas, las Juventudes Comunistas y los militantes más activos. Al finalizar la reunión fueron detenidos gran número de los presentes (Ochoa, Bolívar, Gallardo, Guerra, etc.) aunque liberados prontamente utilizando en su defensa la figura de “garantías constitucionales para las elecciones”.[4]
    Durante la campaña electoral atacaron al pacto entre republicanos y socialistas. Los comunistas apenas presentaron candidaturas en la mitad de los distritos de la ciudad. José Ochoa y Juan Portales concurrieron por el distrito nº 8 de  Santo Domingo; Cayetano Bolívar por el nº 10 de “La Constancia”; José Gallardo Moreno por el nº 6 de Capuchinos y Andrés Rodríguez por el 9º correspondiente a El Carmen[5]. La campaña realizada por el Partido, debido a su estado de clandestinidad y escasez de medios, tan solo contó con pegadas de carteles y pintadas por los barrios obreros, destacando sobre todo barrios como El Perchel[6], con los lemas Abajo la Monarquía o Viva la República y el conocido Gobierno Obrero y Campesino. Las pintadas las realizaban con óxidos rojos que proporcionaban los militantes que trabajaban en una fábrica de la barriada de La Isla.
    Finalmente es elegido Andrés Rodríguez concejal, con 247 votos en la segunda vuelta con 107 más que en la primera, y siendo el único concejal comunista de capital de provincia del PCE.
    La victoria de las candidaturas republicanas en las ciudades más importantes y la movilización popular desemboca en la proclamación de la República el 14 de abril. La alegría de los malagueños con el advenimiento del nuevo régimen quedó patente en las manifestaciones espontáneas de ciudadanos que recorrían las calles ondeando banderas republicanas precedidos de la Banda Municipal que entonaba el Himno de Riego y la Marsellesa[7]. Los comunistas igualmente marchaban por la ciudad con una enorme bandera roja que portaban jóvenes estudiantes y bajo la consigna de “Gobierno Obrero y Campesino”[8].Los manifestantes eufóricos  derribaron la estatua de Larios, símbolo del poder y la opresión en Málaga, y la arrojaron al fondo de las aguas del puerto, además arrancaron las lápidas que daban nombre a la calle y fueron sustituidas por otra bajo la denominación de “14 de abril” y un retrato de Galán, héroe del levantamiento de Jaca.
   En la constitución de la nueva corporación municipal Andrés Rodríguez se incorpora a la Comisión de Asuntos Sociales y de Subsistencia, evidenciando la principal preocupación del concejal comunista, las condiciones de vida y de trabajo de los más desfavorecidos.
   Las primeras actuaciones de Andrés Rodríguez en la institución municipal son para denunciar y exigir medidas contra los poderes tradicionales del régimen anterior. Así en abril intervino proponiendo la disolución de la Guardia Civil, como principal exponente de la represión capitalista contra el pueblo y que fuera sustituida por la creación de una milicia nacional compuesta de trabajadores que sería la encargada de defender la República. Poco después presenta una moción, el 6 de mayo, tratando “el problema clerical”[9]por la que se solicitaba al Gobierno provisional que se adoptaran las siguientes medidas:  La  separación de la Iglesia y del Estado, la disolución de las Órdenes religiosas y expulsión de los jesuitas y la confiscación de sus bienes, muebles e inmuebles, dando las tierras a los obreros y campesinos pobres, destinando los edificios a fines de cultura popular. Además de viva voz modificaría la moción para solicitar también la nacionalización de todos los bienes de la Iglesia y anunciaba dos mociones más para incrementar la labor municipal, que hasta ese momento había “dejado mucho que desear”, en favor de los anhelos del pueblo. La moción fue aprobada con el apoyo de socialistas y radical-socialistas, aunque modificando que los bienes nacionalizados pasasen al Estado y fuera éste el que atendiera a las necesidades de las instituciones culturales y obreras. Esto conllevó el abandono del plenario de los concejales monárquicos, que no volvieron hasta el mes de septiembre.
   Pocos días después, el 11 y 12 de marzo, acontecen en Málaga, con mayor virulencia que en otras ciudades, los sucesos denominados de “la quema de conventos” y por los cuales se llegó a implantar el “estado de guerra”[10]. Ello ocasionó innumerables enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública, saldándose con más de 150 heridos y numerosas detenciones, entre las que se encontraban Cayetano Bolívar, José Ochoa y Andrés Rodríguez.
   Con gran parte de sus dirigentes en prisión y con la organización en estado de semiclandestinidad el PCE decide afrontar las elecciones constituyentes. Para ello confecciona las candidaturas con Bolívar, Enrique Sánchez y Andrés Rodríguez por la capital, y José Ochoa por la provincia. Pocos días antes de los comicios los candidatos son excarcelados de la Prisión Provincial de Sevilla siendo recibidos en la estación de ferrocarriles con todos los honores por una multitud de militantes y simpatizantes comunistas[11]. Para la presentación de las candidaturas el Partido celebra un mitin en el cine Galán, situado en Ciudad Jardín, al que asisten unos 1500 simpatizantes. El acto es presidido por Bolívar e intervienen Antonio Mije, llegado de Sevilla, Ochoa, Sixto Díaz y Andrés Rodríguez.[12]
    Los resultados electorales del 28 de junio dieron un rotundo éxito a la conjunción republicano-socialista y el PCE obtiene un importante avance. En Málaga  Andrés Rodríguez, en particular, consigue 1003 votos por la capital y 2187 por la provincia, aunque no se consigue ningún acta de diputado.[13]
   En los primeros días de julio hay una oleada de detenciones de militantes obreros, entre ellos Andrés Rodríguez, por orden del delegado del Gobierno, el general Ángel Rodríguez del Barrio haciendo uso de sus poderes como autoridad militar en el aún vigente “estado de sitio”, que sería levantado el día 9. También son detenidos, el día 8, el dirigente ferroviario Agustín Campos Roldán y José Ochoa Alcázar.[14]   
   En junio el PCE  realiza una reestructuración organizativa para adaptarse a la “legalidad” y al crecimiento de afiliados, dividiendo la Federación Andaluza en dos, una Oriental y otra Occidental. En Málaga, el 17 de julio, se constituye el primer Comité de Radio de la capital. En el acto de clausura intervino Bolívar que atacó duramente al Gobierno y sus métodos represivos. El Comité lo constituyen: José Ochoa Alcázar como presidente, además de José Gallardo, Juan Portales, Sixto Díaz, Julio Sánchez, José Sánchez y Andrés Rodríguez como vocal primero.
   Es durante los meses siguientes que Andrés Rodríguez realiza su mayor actividad institucional, en el mismo mes de julio, presenta iniciativas a favor de los trabajadores para que se les abonasen las horas extraordinarias realizadas por el personal municipal, mientras se implantaba la jornada de ocho horas. Además exigía que se adoptaran responsabilidades contra los miembros de la Corporación anterior por los acuerdos realizados durante la dictadura. También se hizo eco de las luchas mantenidas por el Sindicato del Paro Forzoso, de influencia comunista, para que se creara una comisión paritaria, de cuatro miembros del Consistorio y otros cuatro del Sindicato, para que se distribuyera el dinero recogido para socorro de los parados. Como la mayoría del Gobierno municipal le negó la palabra no dudó en abandonar el plenario.
  En el mes de agosto, Andrés, sale en defensa de una enferma mental que no tenía familia y propone, al municipio, su protección y hospitalización. Y también que a unos vecinos que carecían de agua corriente durante mucho tiempo se les dotara del recurso. En octubre, denuncia las corruptelas de algunos médicos del Hospital Noble que cobraban a los enfermos en cama, como si fuera una clínica privada[15] y nuevamente abandona el Pleno Municipal al no concedérsele la palabra para responder a las ofensas de otro concejal durante el trascurso del debate en la sala. 
   En diciembre Andrés Rodríguez presenta una moción municipal[16]por la que ante la carestía de la vida solicitaba el aumento de los salarios más bajos de los funcionarios, con arreglo al coste de la vida. Además exigía que ingresaran en plantilla fija todos los trabajadores que hubieran prestado sus servicios sin límites de plazos. También propuso que la Corporación diera una gratificación fija a los guardas nocturnos, cuya única retribución dependía de la “buena voluntad”de los vecinos.
   En diciembre el PCE celebra un acto en el Teatro Lara, en el que asistieron cerca de tres mil simpatizantes, y donde intervinieron el ferroviario Antonio Sánchez Álvarez y Andrés Rodríguez por el Comité del Radio de Málaga, Rodrigo Lara Vallejo por las Juventudes Comunistas, Antonio Nuges por la Federación de Andalucía y Manuel Adame y José Bullejos por el Comité Central.
   La puesta en escena, en el Teatro Cervantes, de la obra “La OCA” de Pedro Muñoz Seca, considerado faccioso y antirrepublicano, levantó airadas protestas de las Juventudes Comunistas. El PCE junto al PSOE intentaron realizar un mitin de protesta pero fue prohibido.  Andrés Rodríguez, en su calidad de concejal, presentó una moción municipal, en enero de 1932, exigiendo la destitución del Gobernador Civil, que fue apoyada por los concejales socialistas, uno federal y otro radical-socialista, al no ser aprobada Andrés y los concejales socialistas abandonaron el pleno[17].
   La proclamación del “Comunismo libertario” en el Alto Llobregat, el 18 de enero, tuvo sus repercusiones en Málaga cuando el día 24 la CNT convoca una huelga general para el día siguiente. El paro fue total y se produjeron numerosos incidentes, como el asalto a una armería, el sabotaje de las líneas del ferrocarril y enfrentamientos con la policía, como en el barrio de El Perchel donde hubo intercambios de disparos. La primera consecuencia de estos hechos fue la clausura de las sedes de la CNT y del PCE, en la calle Cerrojo. El día 27 la huelga había acabado. Y dos día después eran detenidos: numerosos militantes anarquistas y comunistas, entre ellos el capitán Piaya y Andrés Rodríguez, acusados de ser partícipes de los sucesos. Estando Andrés más de un mes en prisión, desde la cual llegó a presentar alguna moción.
    El 6 de marzo el PCE de Málaga celebraba su primer Congreso Provincial[18], como parte de la fase previa al  decisivo IV Congreso Nacional en Sevilla. En este encuentro los comunistas malagueños dieron especial relevancia al problema de los parados. Se acordó elevar al Congreso nacional sus propuestas, centrándose en una tabla reivindicativa que iban desde el 75% del salario, sobre un jornal mínimo de 10 pesetas, exenciones en el pago del alquiler de las viviendas y de la luz, viaje gratis en el ferrocarril, etc. Y proponiendo para conseguir estos objetivos la organización de manifestaciones, marchas de hambre e incluso plantean realizar una huelga nacional.
    El 1 de abril en el Plenario del Ayuntamiento Andrés Rodríguez se hacía eco del problema de los parados y acusaba a la burguesía de ser los responsables de que no se solucionara. Propuso incrementar el número de bonos de comida diarios, destinar a los parados las subvenciones que se realizaban a entidades como la Sociedad de Amigos del País, y que una Comisión fuese a Madrid para realizar las gestiones necesarias para solucionar dicho problema.
    Un mes después, el 6 de abril, el Comité Sindical del Paro Forzoso, de inspiración comunista, se enfrenta al alcalde de la capital negándose a recoger los bonos que el Ayuntamiento entregaba a los parados. Se criticaba la forma de distribución de los volantes de la Bolsa de Trabajo y se pedía que el propio sindicato lo repartiera como habían acordado con anterioridad. Previamente habían hecho una campaña reivindicativa a favor de un socorro de tres pesetas a los parados pagados por el Municipio y la patronal, el impedimento de los desahucios, la gratuidad del ferrocarril y que se dieran 1000 bonos de comidas para distribuirlo el sindicato mejorando la calidad de las comidas. Al día siguiente el alcalde acusa al sindicato de parados de politización y les niega representatividad alguna. En el Pleno Municipal, Andrés Rodríguez defiende, en solitario, a estos trabajadores en paro y las reivindicaciones del sindicato de parados pero pierde la votación.[19]Nuevamente, el día 15, interviene para criticar que la comisión municipal sobre el paro, dominado por ugetistas, desplazara a la Comisión de Asuntos Sociales, demás de pedir la reactivación de los refugios y comedores para los parados. Durante todo el mes los parados realizaron numerosas movilizaciones, el día 25 organizaron una manifestación que partiendo de la plaza de la Merced iba encabezada por un estandarte que exigía “Pan y trabajo”, al pasar por las dependencias del Circulo Mercantil y en una farmacia ocasionaron algunos destrozos hasta que fueron disueltos por las fuerzas del orden. El día 26 cuando realizaban una asamblea, en la sede del PCE, la Guardia de Asalto intervino, por orden gubernativa, desalojando el local y deteniendo al presidente del sindicato. Finalmente el Gobernador Civil decretó la ilegalidad del mismo y la prisión de José Núñez, Manuel Nebrón y Andrés Rodríguez hasta su excarcelación el 7 de mayo.
   El 12 de mayo la sección sindical de la CNT de la fábrica de los Guindos convoca una huelga, a pesar de ser minoritarios pues la mayoría de los obreros estaban afiliados a la Sociedad SiderometalúrgicaLa Defensa” de la UGT, y declaraba un embargo portuario a la fábrica por lo que no podía llegarle el mineral. Andrés Rodríguez calificó el embargo de absurdo, considerando que en nada beneficiaba a los trabajadores.
   La huelga adquirió una mayor virulencia en la ciudad, incendiándose un tranvía y realizándose diversos actos de sabotaje, entre los que estaban tiroteos y explosiones. Finalmente la huelga resultó un fracaso, la actitud de la CNT de llevar a situaciones radicales sin conseguir nada les llevó a una pérdida de influencia social de estos.
   El PCE aprovechó los fracasos de la CNT para promocionar su propuesta de unidad sindical para llevar a cabo una Conferencia Unitaria que habían iniciado las Sociedades Obreras de San Sebastián. La Conferencia de Unidad Sindical en Málaga se lleva a cabo el 22 de junio, a la que asisten delegados sindicales en representación de centenares de obreros afiliados a los sindicatos afines al Partido, entre ellos estaba Andrés Rodríguez que asistía en representación de los más de cien trabajadores del Grupo Oposición Sindical de la Metalurgia. En su intervención señaló la labor de reorganización que se estaba realizando en este sector, sobre la base de la unidad sindical. La Conferencia eligió una Comisión Local compuesta de cinco miembros, entre los que estaba José Gallardo y Andrés Rodríguez.
   En el verano de 1932 la conflictividad obrera recorría toda la provincia, cuando llegan las noticias de Sevilla, el 10 de agosto, del intento del general Sanjurjo de dar un golpe contra la legalidad republicana[20], todas la fuerzas obreras, incluido el PCE, salieron en defensa de la República, Julio Sánchez secretario del Radio de Málaga y presidente del Sindicato de Estuchistas señaló su posición: “en contra de cualquier movimiento monárquico o reaccionario y lo que tiene que venir debe proceder de la izquierda”. Por su parte, Andrés Rodríguez, ante el Gobernador Civil, rechazó ciertas acusaciones de debilitar el régimen republicano y reafirmó la posición del PCE al lado de la República y pedía que se le aplicase la máxima pena al general rebelde. Sin embargo, la conmoción ante los objetivos del pronunciamiento llevó momentáneamente a la desmovilización social.
   A finales del mes de septiembre tiene lugar uno de los hechos que quizás más apesadumbraron a Andrés Rodríguez, en su acción política, la decisión del Comité del Radio de Málaga del Partido, el día 27, de abrirle expediente de expulsión[21] y pedirle el acta de concejal, lo que dejó al partido sin concejal en el Ayuntamiento durante más de un año. Andrés remitió una carta publicada en el diario El Popular señalando. “Existiendo discrepancias entre mi actuación y el criterio del Comité del Radio del Partido Comunista, desde hace dos meses y acentuadas considerablemente en el momento actual, me veo obligado a presentar mi dimisión, con carácter irrevocable, de todos los cargos que tengo por el partido y muy especialmente, como es natural, de la concejalía...”.[22] La renuncia al acta de concejal no le fue aceptada, en una reunión celebrada a finales de agosto, por el Alcalde, Aunque no volvería al plenario hasta el 23 de diciembre[23]. Este hecho obligó a José Díaz a acercarse a esta ciudad para entrevistarse con el Comité y con el propio Andrés, hasta conseguir superar la crisis en enero de 1934. Ambas partes se reconciliaban, Andrés aceptaba la disciplina interna en una carta dirigida al Comité del Radio[24] y este señalaba que el concejal había estado asistido en su labor y que nunca había abandonado la política revolucionaria del PCE.
   En el plenario, del 6 de enero de 1933, Andrés Rodríguez interviene exigiendo a las autoridades republicanas la libertad de Cayetano Bolívar, en prisión desde el mes de junio, en Toledo, acusado de participar como “cabecilla” de una revuelta campesina en Villa de Don Fadrique, y el indulto del capitán Piaya, además de una amnistía para los político-sociales encarcelados.
  En abril de 1933 tras conseguir nuevamente la legalidad, tras un periodo de clausura de sus locales, debido al movimiento revolucionario iniciado por la CNT en enero y que el propio PCE había condenado como una provocación a la burguesía, se celebra la Conferencia de todos los Radios de Málaga y su provincia.
    Durante estos meses la acción institucional de Andrés Rodríguez se multiplica, presenta mociones para realizar mejoras en las instalaciones de la Prisión Provincial y para que se facilitasen los permisos para reunirse y recaudar fondos para los presos al Socorro Rojo Internacional; en favor de los parados y para que este asunto se incluyese en el orden del día cada cuatro semanas, criticó al Gobernador por la represión a los parados; intervino para que se evitara el cierre de la Fábrica de Estuches S.A.; denunció la venta de harina en mal estado que estaba distribuyendo la fábrica “Los Remedios” de Cártama y la empresa Andalucía S.A. y denuncia la represión contra las organizaciones obreras señalando al Gobernador que pronto tendrían que detenerlo a él también, efectivamente en el mes de octubre es encarcelado por repartir octavillas exigiendo la libertad de Cayetano Bolívar.
    La convocatoria de elecciones a Cortes, tras la crisis del Gobierno “azañista”, nuevamente toma al PCE en situación de semiclandestinidad y con los locales clausurados, desde principios de agosto hasta el 23 de octubre, acusado de promotor de la huelga de solidaridad con los trabajadores del puerto de Sevilla. El partido celebra su primer mitin-asamblea del día 25, en el local de calle Cerrojo, donde se eligieron los candidatos y plantearon las estrategia electoral. El PCE presenta de candidatos por la provincia a José Ochoa, Rodrigo Lara, Agustín Campos, José Cañas y a Manuel Lara, y por la capital César Falcón, Concha López y a Cayetano Bolívar, que continuaba en prisión.
   Durante la campaña electoral se producen numerosas detenciones de militantes comunistas, entre ellas las de Andrés Rodríguez[25]que, el día 29 de octubre, al atravesar el puente de Tetuán era detenido por unos guardias de asalto que efectuaban cacheos en el barrio de el Perchel, acusado de tenencia de una pistola sin licencia. El uso de armas por los dirigentes comunistas era frecuente en aquella época ante las continuas amenazas de que eran objeto por las derechas y sus pistoleros.
    Finalmente Bolívar es elegido diputado, en una segunda vuelta, bajo una candidatura unitaria de las izquierdas, el Frente Único Antifascista[26], siendo el único y primer diputado comunista en las Cortes del denominado “bienio negro”.
    Con el acceso al gobierno de las derechas la represión se agudizaría, llegándose a vivir bajo un estado de excepción, donde la organizaciones obreras tienen sus locales y periódicos clausurados y un importante número de sus militantes encarcelados[27].
    Andrés Rodríguez reincorporado a la disciplina partidaria realiza en enero mociones a favor de los huelguistas del taxi y sobre la muerte de un obrero, en el puente de Tetuán, a manos de las fuerzas del orden. En marzo denuncia la detención injustificada de obreros acusándoles de delitos que no había realizados. En mayo se opone al traslado del Centro de Fermentación de Tabaco de Málaga, al cierre de la línea ferroviaria Málaga-Fuengirola  y de la Industria Malagueña.
    Así ante la convocatoria de una huelga en el campo, por parte del Comité Nacional de la FNTT de la UGT, para el día 5 de junio[28]el Gobierno responde prorrogando el “estado de alarma” en todo el país y declarando la cosecha como de “interés nacional”, dando poderes a los gobernadores civiles para reprimir la huelga. En la provincia de Málaga la huelga se llevó a cabo en más de la mitad de los pueblos y continuó durante varios días. En la capital como medida preventiva la policía detiene a los dirigentes obreros de la ciudad, entre ellos a Andrés Rodríguez que es encarcelado el día 9. Por otro lado en la capital se declara la huelga general el día 12, convocados por la UGT y la CNT, en solidaridad con los obreros del campo y con los detenidos. El día 16 es liberado Andrés que visita repetidamente a Insua[29], el Gobernador Civil, para solicitar la libertad de los presos y para que se tomaran medidas contra el hacinamiento de la cárcel y se inspeccionase la alimentación de los presos.
     A finales de agosto nuevamente es detenido Andrés Rodríguez junto a Rodrigo Lara Vallejo por intervenir en un acto realizado en Vélez-Málaga que posteriormente se convertiría en manifestación sin autorización gubernativa expresa.
   En septiembre intercedió ante el alcalde para que se solucionase el conflicto de la huelga de aserradores y de la fábrica de “Los Guindos”. Denuncia la subida del trigo, aprobada por el Ministerio de Agricultura, que había ocasionado el perjuicio de los consumidores debido a la picaresca especuladores, fabricantes y panaderos. Solicitó el alquiler de un refugio nocturno para mujeres y niñas, separado de los hombres. Presentó mociones para que se prohibiera la venta de boquerón procedente de la costa africana, que afectaba a los pescadores malagueños, ya de por si pobres, además de que podía afectar a la salud ya que se le añadían sustancias químicas para conservarlos. También pedía la prohibición de la pesca por el procedimiento de traiña pues esquilmaba los caladeros. En esta propuesta y ante un plenario repleto de pescadores acusó al Sindicato Único de la Industria Pesquera, de la CNT, de no ser más que un hombre con unas siglas, a diferencia del sindicato que él presidía que defendía los intereses de los pesadores.   
    Tras la fracasada huelga insurreccional de “Octubre de 1934” la represión fue aún mayor, la prisión de Málaga pasó de unos 300 presos a cerca de 5000, en su mayoría comunistas y anarquistas, donde sobresalían el gran número de jornaleros de Teba y Campillos, entre los detenidos estaba Andrés Rodríguez[30]que posteriormente en el interior de la cárcel protagonizó junto al capitán Piaya y Esteban Guerra de las J.C. un plante como protesta por la carencia de comedor, lo que les ocasionó ser represaliados en celdas de castigo.
    Andrés Rodríguez junto a otros concejales son cesados, por orden gubernativa, procediéndose, por parte de la derecha, a nombrar una Comisión Gestora en el Ayuntamiento basada en el artículo 46 de la Ley Municipal[31]. Andrés no volvería a su cargo electo hasta después de la victoria del Frente popular.
    Desde diciembre comienzan a funcionar los comités de enlace del PSOE-UGT y PCE- CGTU, así como los de las Juventudes de ambos partidos. Ya en abril de 1935 se constituye la Alianza Obrera y Campesina de Málaga con republicanos de izquierdas, socialistas y comunistas. Todo ello en un clima de represión contra los comunistas, y las izquierdas, que Bolívar denuncia: “...los militantes comunistas son vigilados constantemente en sus casas, a cualquier hora del día o la noche se hacen registros, sin respetar la intimidad del hogar, se abren los colchones, ...”[32] En noviembre se produce la integración de la CGTU, el sindicato comunista, en la UGT aumentando su fortaleza en la capital, donde cuenta con más de 20.000 afiliados. Esto supuso que los sindicatos de la piel que dirigía José Gallardo, el de ferroviarios de A. Campos y el de pescadores que presidía Andrés Rodríguez, entre otros, fuesen controlados por los comunistas e incluso que la secretaría local de la UGT fuera para el Secretario Sindical del Comité Provincial del PCE, José Gallardo.
    El acuerdo electoral de las izquierdas, el 15 de enero de 1936, en el Frente Popular[33], hace que el Comité provincial del PCE, el mismo día,  elija a Cayetano Bolívar como su candidato. Las organizaciones malagueñas frentepopulistas se reúnen al día siguiente en la Casa del Pueblo y eligen un Comité Electoral para dirigir la campaña, organizando más de cien actos en la provincia. Andrés Rodríguez interviene en la campaña participando en mítines por la provincia, teniéndose constancia de su presencia en Torremolinos, La Cala del Moral, el Rincón de la Victoria y el 31 de enero, en Manilva, además de en la capital, en el Teatro lara, junto al dirigente del Comité Central Pedro Martínez Cartón.
   A finales de enero Andrés Rodríguez interviene en la Conferencia Provincial del PCE para explicar las gestiones realizadas para conseguir la liberación de Barneto, Vicente Uribe y de Dolores Ibarruri que se encontraban en prisión.
   Tras la jornada electoral del 16 de febrero salen victoriosas las candidaturas del Frente Popular, que en Málaga son las mayoritarias en 63 localidades y rotundamente en la capital, donde Cayetano Bolívar obtiene 52.748 votos, siendo nuevamente reelegido diputado, junto a otros 16 más del PCE.
   Apenas unos días después de este magnífico triunfo son restituidos en sus puestos los concejales electos en 1931 que habían sido represaliados por la CEDA, dimitiendo la Comisión Gestora. Se nombró una Comisión, en la que estaba Andrés Rodríguez, para que se revisara todas las actuaciones realizadas por la Gestora desde su nombramiento. En esta ocasión Andrés fue nombrado octavo Teniente de Alcalde y miembro de la Comisión de Hacienda.
   Sus actuaciones en el Ayuntamiento estuvieron centradas en depurar el personal contratado por la Gestora cedista, que el concejal García Almendros fuera sustituido por ser incompatible con dirigir dos pleitos contra el municipio, también propuso que otro concejal se hiciera cargo del pago de unos mármoles para la Plaza de la Constitución y la antigua calle Larios. Además pidió la destitución de los tenientes de Asalto Espejo y Treviño por ser contrarios a la República y que los capellanes provinciales pasaran a recibir un salario, pero por un trabajo realizado en oficinas o como temporeros. El otro motivo de su preocupación era denunciar las malas condiciones higiénicas de las casas de los obreros, como la suya propia, haciendose eco de las reivindicaciones de la Unión Local de Inquilinos, también de filiación comunista.
   Los meses anteriores al Alzamiento franquista son un periodo de gran agitación política en el que las huelgas se suceden una tras otra en todos los sectores de la producción malagueña y donde se producen actos de violencia ocasionados por pistoleros falangistas o jóvenes cedistas. Ya la campaña se vio empañada por el asesinato de un vendedor de Mundo Obrero en la Coracha y en marzo se tiene constancia del intento de asesinar a Cayetano Bolívar.
   Es en esta coyuntura cuando se produce el conflicto entre el Sindicato “La Defensa del Pescador” de la UGT, que dirigía Andrés Rodríguez, y el Sindicato de la Industria Pesquera de la CNT a causa del uso del arte de pesca del “boliche”, del que dependían 250 pescadores.
   La UGT proponía “...en aras de defender el pan de tantas familias que comen de la pesca”suprimir los boliches, por que causaban un daño para la riqueza pesquera del litoral. Pero como muchas familias vivían de este tipo de pesca, acordó que tan solo se suprimía una parte de ellos, escogiéndose a 19 por tener otros trabajos al margen de la pesca (eran carabineros, guardias municipales, taberneros, etc.) que saldrían menos perjudicados. Y para recoger al personal que se quedaba en paro, estos se acoplaban en otros barcos, en los cuales el patrón dejaba de percibir su parte tomando solamente la correspondiente a la embarcación.
   Esta medida tenía como objetivo, según la UGT, la supresión paulatina de todos los boliches en beneficio de la inmensa mayoría de los pescadores, para preservar los caladeros y fue tomada con el acuerdo de la mayoría de los propios bolicheros.
   Al ponerse en práctica estas medidas, los dueños de estas embarcaciones se afiliaron a la CNT e iban a pescar bajo la protección de este sindicato. El sindicato de pescadores de la UGT les declaró el boicot, evitando que se les comprara la pesca. Por su parte la CNT declara el boicot a todas las organizaciones dependientes del mar de la UGT, y declara la huelga de los salazoneros y los descargadores del pescado.
   Ante ello la UGT envía una carta, el 9 de junio, a la CNT proponiendo una reunión para las posiciones, ya que iban en beneficio de la mayoría de los pescadores, y esperaba que “..cesaría la CNT en su intransigencia”, pero esta carta no fue contestada.
   Al primeras horas del día siguiente, cuando Andrés Rodríguez se dirigía, como todos los días a Pescadería a la venta del pescado, era asesinado a balazos al poco de entrar en la calle del Carmen. Cuando sonó el primer disparo Andrés Rodríguez intento echar mano a la pistola que llevaba en el bolsillo, pero un segundo disparo le atravesó la nuca y le salió por la nariz, muriendo en el acto.[34]Su acompañante, Manuel Gutiérrez, pudo escapar y avisar en Pescadería a sus compañeros del sindicato, que acudieron a recoger el cadáver que posteriormente quedaría expuesto en el Ayuntamiento. El crimen se achacó en un primer momento a un pistolero anarquista pagado por la patronal de Pescadería que nunca le perdonó el haber organizado a los pescadores desde Almería a Algeciras[35]. Sin embargo hay otras versiones según la cual el crimen fue perpetrado por un policía municipal afectado por el caso y de abiertas afinidades fascistas, siendo militantes de las Juventudes Libertarias los que demostraron su inocencia al PCE y señalaron al responsable[36].
   A las siete de la mañana de dicho día la desafortunada noticia era conocida en la UGT y en el PCE, responsabilizando a la CNT por el conflicto de Pescaderías. Apenas unas horas de luctuoso hecho se producen los primeros incidentes al tirotearse a un dirigente de la FAI y a las nueve de la mañana unos individuos habían arrojado liquido inflamable en los locales de la CNT con intención de incendiarlos y en la Escuela Racionalista se destrozó su mobiliario[37]. Paralelamente grupos de anarquistas tiroteaban la Casa del Pueblo. A las diez de la mañana ambos sindicatos declaraban la huelga general, por las agresiones sufridas.
   El 11 de junio tiene lugar el multitudinario entierro del concejal comunista, que desfiló por la calle de Larios, bajo la seguridad de las jóvenes milicias de las MAOC y guardias de asalto afines al PCE. A la cabeza de la comitiva iba la Guardia Municipal, después las Juventudes Unificadas convenientemente uniformadas y detrás de ellos la corporación municipal, que componía la presidencia junto al diputado Cayetano Bolívar, el socialista Dorado y Frapolli por la Unión Republicana. Bolívar dirigió la palabra a los asistentes, junto a Rodrigo Lara que era el Secretario Político Provincial del PCE, que llamaron “a la unidad y a abandonar rencillas”. El cadáver fue sepultado en el cementerio de San Rafael.
   Cuando se dirigía al entierro el socialista Antonio Román Reina, Presidente de la Diputación Provincial, cae abatido a tiros en las escaleras del puente de Santo Domingo. Además hay un tiroteo, en la calle Carril, contra un coche con asistentes al entierro que ocasiona la muerte de una niña que estaba en la puerta de su casa. Varias horas después el concejal comunista José Gallardo también fue objeto de un atentado, pero los disparos no llegaron a alcanzarle. Esta espiral de violencia expresaba claramente cuales eran los métodos que la oligarquía española estaba dispuesta a utilizar para mantener sus históricos privilegios y que pocos días después sacudirían España.
 Vanguardia, órgano del Comité Provincial del PCE, dedicaría un número monográfico[38] a estas trágicas muertes, resaltando el carácter obrero de la trayectoria de Andrés Rodríguez y de Antonio Román, detallando la gran cantidad de condolencias y coronas de las distintas organizaciones obreras malagueñas en el entierro. El PCE, el PSOE, la UGT y las Juventudes Unificadas realizaron un llamamiento, dirigido a los trabajadores, a la serenidad ante los acontecimientos vividos diciendo: “¡No más sangre proletaria; serenidad y que ningún trabajador tome decisiones sin orden de sus dirigentes!”.
  El periódico
    A los 32 años había fallecido Andrés Rodríguez, apenas hacía unas semanas de casado, el 25 de mayo, y con su compañera Luisa Ortigosa Líger esperando un hijo, uno de los más importantes dirigentes del comunismo malagueño en el periodo republicano.
 Después del 18 de julio su memoria siempre fue recordada por los malagueños, dándole su nombre a una Compañía de Milicias del Batallón “Méjico”, al Centro Cultural de las JSU en la barriada de El Perchel, al Grupo Municipal del Socorro Rojo, etc.



[1] Registro Civil de la Línea de la Concepción, tomo 106 folio 166. Datos  familiares facilitados gracias a la atención de Antonio Liger Valverde, 2 de julio 2002.

[2] Testimonio de F. Bandera Martín, que acompañaba a su padre un popular militante y poeta comunista, amigo personal de Andrés Rodríguez. Enero 2001.

[3] Testimonios de Antonio Fernández Vargas, “El jardinero” y Esteban Guerra Aragones, según estos trabajaba en un taller de mecánica en una calle que accedía a la actual Plaza de Toros Vieja.

[4] Entrevista a Esteban Guerra Aragonés, dirigente de la J.C. y miembro del Sindicato de Artes Gráficas, que participó en la reunión y fue uno de los detenidos.

[5] GARCÍA SÁNCHEZ, A. La segunda República en Málaga: la cuestión religiosa. Córdoba, 1984, pp.192-195.

[6] Entrevista a Esteban Guerra Aragonés

[7] El Cronista, Málaga 15-4-1931. Archivo Municipal de Málaga (AMM).

[8] Entrevista a Esteban Guerra Aragonés: Según cuenta entre los militantes iba Bolívar y además al diferenciarse en sus consignas de las puramente republicanas ocasionó cierta animadversión contra los comunistas. Así cuenta el caso de Muñoz, un zapatero militante del PCE, al que en la plaza de la Constitución lo intentaron linchar, siendo ello impedido por un grupo de comunistas. Esto fue debido por las consignas lanzadas por los socialistas de que los comunistas estaban en connivencia con los monárquicos para derribar a la República. Estos hechos ocasionaron que los comunistas acostumbraran durante un tiempo ir siempre acompañados.

[9] Actas Capitulares nº 333-1931, hoja 90. AMM.

[10] GARCÍA SÁNCHEZ, A. La segunda..., op.cit. págs. 227-288.

[11] Entrevista a Luis Abollado Vargas, miembro de las Juventudes Comunistas y del Comité Provincial del PCE, enviado a Rusia para su formación y posteriormente presidiría las JSU de la provincia hasta la caída de la ciudad.

[12] Amanecer, Málaga 23 de junio de 1931. AMM.

[13] GARCÍA SÁNCHEZ, A. La segunda..., op.cit. págs. 300-301.

[14] La detención de Andrés Rodríguez hace que el alcalde Baeza Medina acompañado de varios concejales se presenten en la Comandancia Militar para solicitarla libertad del detenido, en Amanecer, 5 de julio de 1931. Por otro lado las detenciones de los comunistas Agustín Campos y José Ochoa hacen que estos publiquen unas cartas denunciando la forma en la que fueron llevadas a cabo las mismas, en Amanecer, 11 de julio de 1931. AMM.
[15] El Cronista, 18 de octubre de 1931. AMM.

[16] El Popular, Málaga, 23 de diciembre de 1931. AMM.

[17] Actas Capitulares, 8 enero 1932. AMM.
[18] Amanecer, Málaga 7 de marzo de 1932. AMM.

[19] Actas Capitulares de  9 de abril de 1932.
[20] Ver TUÑÓN DE LARA, M. La España del siglo XX . Barcelona, 1974. Tomo II, pp. 340-342.

[21] Entrevistas a José Sánchez Santos y Antonio Fernández Vargas:  según el testimonio de ambos la causa de esta crisis provenía de cierta amistad de Andrés Rodríguez con el periodista, Juan Cortés, del periódico La Unión Mercantil, de clara tendencia derechista y antirrepublicana, que levantó ciertas suspicacias en la dirección del Partido. Además se acusaba a Andrés de cierta afición al juego de cartas con apuestas, lo que iba contra la moral de la organización. La intervención de José Díaz en esta causa fue decisiva para resolver el conflicto, al conseguir la promesa de Andrés de abandonar definitivamente el juego y su amistad con el periodista. En este conflicto también puede haber influido la costumbre del concejal comunista de ir a tomar café al Circulo Mercantil, situado en la plaza de la Constitución, donde acostumbraban a ir los personajes de la derecha y la burguesía malagueña. Andrés comentaba, según el testimonio de F. Bandera Martín, que lo hacía, ya que su cargo de concejal le posibilitaba la entrada en esta institución privada, “por que era el lugar donde podía conseguir enterarse de las conspiraciones de los facciosos”.
       
[22] El Popular, 29 de septiembre de 1932. AMM.

[23] BRENES COBOS, S.J.: “Andrés Rodríguez González, concejal comunista en Málaga 1931-1936”. Jávega nº88, Málaga, 2001, p. 76.

[24] El Popular, 6 de enero 1934. AMM.
[25] El Popular, 30 de octubre de 1933. AMM.

[26] Ver BARRANQUERO TEXEIRA, E. “El Frente Único Antifascista de Málaga en 1933 como primera experiencia de Frente Popular”. En “Estudios sobre la II República en Málaga”, Málaga, 1986, pp. 177-204.

[27] La represión de las organizaciones obreras queda patente en las intervenciones de Cayetano Bolívar en el parlamento. Ver las intervenciones de Bolívar en DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES- CONGRESO DE LOS DIPUTADOS de 12 de enero, 6 de febrero, 6 de marzo, 17 de mayo de 1934.

[28] Ver HEREDIA SÁNCHEZ, F. “Junio de 1934: Conflictividad agraria y huelga general en Málaga”. En RAMOS, M.D.(coord..) Nuevas perspectivas sobre la segunda República en Málaga, Málaga, 1994,  pp. 51-68.  

[29] Entrevista a F. Bandera Martín: Respecto a la toma de posesión del escritor Insúa como Gobernador Civil de la provincia de Málaga cuenta el hecho de que Andrés Rodríguez en el acto oficial le dijo, parafraseando el título de una obra suya, “espero que no sea el blanco con el alma negra”.

[30] Entrevista a  Esteban Guerra Aragonés.

[31] Actas  Capitulares de 10 de octubre de 1934. AMM.
[32] Diario de Sesiones de las Cortes,  de 6 de noviembre de 1935. Biblioteca del Congreso de los Diputados.

[33] Ver en FUERTES DE ESTEFANI, P.: “Málaga y el Frente Popular”, en “Estudios sobre la II República en Málaga”, Málaga, 1986, pp. 205-230.
[34] NADAL SÁNCHEZ, A.: Guerra Civil en Málaga, Málaga, 1984, págs. 90-97. El Popular, Málaga 11 de junio de 1936.

[35] Entrevista a Esteban Guerra Aragonés.

[36] Entrevista  a  F. Bandera Martín.

[37] Según F. Bandera, en estos hechos participó Rafael Languita , uno de los hombres de acción del Partido, que consideraba a Andrés Rodríguez como a un padre, ya que este lo había rescatado de la delincuencia integrándolo socialmente y en el partido. Cuando Rafael se enteró de la noticia, él que acostumbraba a acompañarlo junto a Miguel Haro, parece que enloqueció de cólera y clamaba venganza. Parece ser que el verdadero culpable del asesinato de Andrés Rodríguez ,después del 18 de julio, fue ajusticiado y cuentan, según testimonio de Manuel Barranquero Barranquero, que un tal Antonio “El Menuo” paseaba la oreja de este por las tabernas del barrio de  Huelin, comentando públicamente: “esta es la oreja del hijo de puta que mató a Andrés Rodríguez”.

[38] Vanguardia, nº6,  Málaga 14 de junio de 1936.